La llegada de Kenny Dalglish, todo un mito, al banquillo del Liverpool revitalizó a un equipo triste bajo las órdenes de Roy Hodgson. Digno final de temporada y todas las expectivas en la siguiente.
Desembolso de dinero y una plantilla diseñada para luchar por la Premier League. Desde el comienzo, la regularidad no fue el punto fuerte el equipo. Cara a cara con los grandes, empates en Anfield con equipos inferiores y derrotas lejos de su estadio. Unas características que te impiden luchar por el torno de la regularidad.
Esta irregularidad en la Premier se ha transformado en contundencia en los torneos del K.O. Tras llegar a la final de la Curling Cup, donde no podrá tomarse confianzas ante el Cardiff, el Liverpool sigue paso a paso en la FA Cup, el mejor torneo del mundo.
Un año sin competición europea y con la Premier inalcanzable, los "Reds" se ha volcado en los torneos del K.O. Muy cerca la Carling y todas las miradas puestas en la FA Cup, un torneo donde, tras eliminar al Manchester United, puede considerarse el gran favorito, por tradición, historia y ambición.
Wembley espera, el Liverpool ya ha reservado su plaza.
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