domingo, 29 de enero de 2012

Arsène respira...

Tras casi 16 años en el banquillo de Arsenal, Arsène Wenger ha visto cómo ha empezado a ser cuestionado. Todo el crédito acumulado con los triunfos, lejanos, en la Premier League y la FA Cup está empezando a desaparecer.

Los más de seis años sin levantar un trofeo están acabando o han acabado con la paciencia de una afición gunner que ya no está dispuesta a seguir el camino que marca el técnico inglés.La excusa de falta de dinero por la construcción del espectacular Emirates Stadium ya no vale más. El club necesita ganar, no volver a ser nunca más el "Boring, Boring Arsenal".

Esta temporada es el punto de inflexión, si no hay resultados el galo hará las malestas, por propia voluntad o no. La derrota ante el Manchester United en Premier generó muchos comentarios sobre la situación del equipo, lo más preocupante fue el hecho de que empezó a cuestionarse si Wenger sabía lo que hacía. Esas dudas nunca acaban bien...

Y llegó la FA Cup, torneo mítico. Rival, Aston Villa. Todo empezó mal, al descanso 0-2 en el Emirates, la grada no sabía qué hacer, apoyar o no. La salida del vestuario tras el descanso lo cambió todo. En apenas diez minutos el Arsenal dio la vuelta al marcador, entre otras cosas, porque el Aston Villa apretó el botón de autodestrucción. 3-2 y camino de la quinta ronda de la FA Cup.

Arsène, de esta forma, se vengó del técnico del A.Villa, Alex McLeish, que la pasada temporada le quitó la final Curling Cup con el Birmingham. Wenger, de momento, respira.

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